¿QUÉ ERES DE VERDAD?

¿Sabemos qué somos de verdad?
¿Por qué nos reconocen?
¿Por la cara, por nuestras facciones; por la nariz prominente o chata; por la boca de labios finos o por una cabeza prominente?
Posiblemente si.
¿Por un cuerpo esbelto u obeso; por unas piernas cortas o por zancajos; por un pelo rubio o una calva intensa?
Posiblemente también.
¿Por una fuerza y agilidad extrema o por una inmovilidad absoluta?
Seguramente...
¿Por lo bien que haces tu trabajo?
Probablemente.
¿Por una inteligencia sublime o por una torpeza infinita?
Tal vez, acaso.
Pero tu verdad no es: ni la nariz, ni la boca, ni los ojos, ni las piernas, ni el cuerpo, ni los labios, ni la cabeza, ni tu fuerza, ni tu vigor, nada de eso es tu verdad.
Tu verdad está escondida dentro de ti para que nadie pueda vulnerarla, para que nadie tenga la oportunidad de falsearla; y nadie, solo tú,  tengas acceso a ella.
Esa verdad realmente eres tú, por mucho que intentes esconderla, encubrirla, o tergiversarla.
Tu interior es lo que te define, aunque nadie pueda verlo, aunque lo escondas encarecidamente.


Foto extraída de la página: definicion.de


Comentarios