POLIBÁN.

Hace más de cuarenta años, un jueves de la feria de Sanlúcar llegué de trabajar de Sevilla a las 4 y 1/4 de la tarde, antes no eran las 16:15 como ahora, eran las cuatro y cuarto; volvía en el bus de las tres y media.
Venía pensando en que el plato de comida que mi madre me tendría preparado (benditas madres), estaría ya temblando sabiendo que iba para allá.
Me puse tibio de comer y me fui a inaugurar por mi cuenta la feria. Estuve tomando algunas copas, comiendo también, y bailando, bailando mucho, siempre me gustó bailar.
Llegué a casa agotado cuatro horas después, comido y bebido para dos días y sudando; decidí tomarme una ducha.
Ahí en un polibán como el de la foto experimenté lo que fue mi primer corte de digestión; conforme caía el agua, me sentía muy mareado, y caí sentado en el escalón del polibán con el conocimiento perdido; y si hubiera estado en otro lado o en otra bañera..... ¡Por Dios!
Después de media hora cayéndome agua encima, mi madre me despertó a voces desde fuera.
No me acuerdo de nada de esa media hora; mas hoy cuando he conocido el nombre de esta bañera corta, puedo decir que un polibán me salvó una vez la vida.


Foto extraída de internet.


Comentarios