AMÉN.

-Vaya "pinta" que está hecho el marido de Dolores; sí, aquella que está allí sentada en la esquina.

-Pues anda que  el que está sentado al lado de la puerta, su mujer lo ha dejado; ella va diciendo por ahí tantas cosas, y ya sabes Eufrasia, cuando el río suena...

-Filomena, me dijeron ayer que el niño de Paco, sí el de los coches, está metido en la droga; ¡Es que no se puede manejar tanto dinero! Después todos son lamentaciones.

-Mira Eufrasia, aquellas tres que están allí en aquella esquina; sí, aquellas de la faldita corta, parecen que vayan provocando, después si pasa algo...

-En fin Filomena, ¡Vaya cómo está el mundo! No se como vamos a terminar.

-Es verdad Eufrasia, ¡La cosa va fatal, esto antes no pasaba!.

Repentinamente el sacerdote se levantó del sillón y proclamo:

-¡La bendición de Dios todo poderoso: Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre vosotros!

-¡Podéis ir en paz!.

Y se fueron como si tal cosa.

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