AHORA NOS TOCA A NOSOTROS.

Los dejaremos entrar, esa fue la consigna, les entreabrimos la puerta y se colaron; entraron poco a poco, al "ralentí", nos miraban a escondidas y un calor se despertaba en sus mejillas y en las nuestras; no tuvimos más remedio que aceptar que nos habían contagiado, que estábamos invadidos por ese virus que debería ser más prolífico contaminando a hombres y mujeres; teníamos que habernos infectado mucho antes, porque ellos nos han demostrado que, con ese traje que visten, no tienen ningún miedo para afrontar cualquier cosa.
– Ya es vuestra hora. (Dijeron)
Y el amor nos inundó, ahora nos toca a nosotros.

Foto extraída de la página: sevilla.abc.es



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