LA MAGIA DE LA PALABRA.

El otro día, hablábamos mi amiga Inés y yo sobre mi Pregón de Semana Santa de Sanlúcar la Mayor; ¡"Ofú illo"! ¡El cinco de Abril de 1992! ¡Cerquita de los treinta años, por Dios!
Hablábamos de una presentación que tuvo ella que hacer el otro día, en el Pregón de la Cabalgata de Reyes de Pilas para su amiga.
Y ciertamente, llegamos a la conclusión de que las palabras tienen magia.
Hay momentos en la vida en los que la magia de la palabra puede llevarte a lugares excelsos, a sitios insospechados; hay ratos en los que esa magia te puede hacer vivir momentos irrepetibles, situaciones inexplicables, y seguramente no conocidas.
La palabra tiene magia, tiene magia en todos sus aspectos, en todos sus conceptos, en todos los momentos.
La magia de la palabra te puede hacer feliz, hacerte volar por parajes indómitos, y cómo no, enamorarte de personas.
Pero como toda magia, en la magia de la palabra también hay dos tipos; la magia de la palabra blanca, que te hace vivir todo lo que te he contado antes, y la magia negra de las palabras...
Esa magia, cual nombre indica, te lo puede hacer pasar mal, muy mal.
Y lo malo de todo esto es que esa magia negra cada vez se adentra más en las redes sociales, en el facebook, en el instagram, e incluso en el parlamento y senado de la nación; en los parlamentos de las comunidades, en los ayuntamientos.
¡Por Dios, que la magia negra solo lleva a la destrucción!
Y si no que le digan a Voldemort. 



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