Unos dedos invisibles cierran unos párpados que se niegan a ello, los míos.
Aunque tenga los ojos cerrados, la luz de los tuyos iluminarán durante la noche mis sueños.
Al soñar contigo, mi alma se renueva día a día esperando tu llegada; y mi espíritu vuela, noche tras noche a tu lado.
Querida, necesito que vuelvas pronto.
A los pocos días de venir te fuiste, y ahora toca esperar de nuevo tu vuelta.
Te necesito, me eres imprescindiblemente necesaria, no soy capaz de comprender una existencia sin ti.
El tiempo es una inexorable losa que me aprieta las sienes; y la noche, cuando intento conciliar el sueño, se me hace interminable pensando en todo lo que haces por mí.
Espero encarecidamente que vuelvas pronto...Por favor.
-Por cierto...
¿La paga cuando llega el veinticuatro o el veinticinco?
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| Foto extraída de la página: lightfieldstudios.net |
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