-Otro día más, hoy tengo un poco de depresión, estoy en horas bajas.
-¿Por qué dices eso con lo bonito que es vivir?
-Todos los días se repite lo mismo, ya me aburre, me fastidia levantarme.
-No creo que sea la mejor forma de abrir los ojos por la mañana.
-¿Pues tú me dirás como los tengo que abrir? Ya estoy hasta el cogote.
-Trabajo, casa, compras, más trabajo, ya todo es una mierda.
-Todo depende de la manera en la que veas al día que comienza.
-Mira...
Te despiertas por la mañana y ¡Oh maravilla! tienes tus baúles colmados con veinticuatro horas de tejido de vida no confeccionado; aún es la más valiosa de tus posesiones, nadie puede despojarte de ellas. Son inalienables.
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