LAMENTACIONES.

-¡Ay, por Dios!
Es el sino de la sociedad actual, de una generación que se ha acostumbrado a vivir muy bien, pero que cuando las maduras pasan y llegan las duras, la frase más común es:
-Ay por Dios.
Todo es una queja, quizá muchas con razón, pero quejándose no se consigue en esta vida nada.
Lamentaciones aquí y allá; lamentaciones por todo.
Nos quejamos de los trabajos, de la sanidad, del dinero, del cambio climático, de la política, (caso también de los políticos), de los robos del VAR en el fútbol; pero no hacemos nada.
Muchas veces nos quejamos por solemnes tonterías, obviando las cosas importantes, las necesarias, las imprescindibles, y dando cancha a la bola de la maldad que cada vez nos aprisiona más.
¡Basta de silencio! ¡Abandonemos el "muro de las lamentaciones" y clamemos en el foro!
"Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos". (Martin Luther King).


Foto extraída de la página: centrodeperegrinaciones.mx

 

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